(Primera parte de una entrevista de Dani Nicolau el el webzine 40Putes. La segunda parte aún está por publicar, y está centrada en mi faceta artística.)
Os presentamos la primera parte de una amplia entrevista a un vocalista histórico en las Islas y referente del punk rock nacional, que a lo largo de su trayectoria ha demostrado talento y una tenacidad envidiable en cualquier proyecto que emprende, tanto en lo musical como en su obra como artista plástico, tema del que nos hablará próximamente. Al igual que en todas las bandas por las que ha pasado (Canníbales, Dr. Doom, y la actual Aspirina Infantil), Rafa Murillo se expresa aquí con convicción y pasión, con el mismo arrojo que habitualmente derrocha en el micro y ante su público entregado.
40PUTES: El día que cogiste un micro por primera vez fue…
Rafa Murillo: La primera vez que un micro cayó en mis manos no fue para cantar, sino para hacer un programa en Ràdioactivitat. Pero al poco tiempo ya estuve involucrado en la música, y aún no me lo explico…
40p: Después de tantos años en activo sobre un escenario, ¿cómo mantienes tanta energía como la que proyectas hoy en los conciertos de Aspirina Infantil, y además hacerla contagiosa?
R.M.: No soy demasiado showman, pero simplemente es estar en medio de una caña tremenda y dejarte llevar. La adrenalina se resiste a morir, como digo en uno de nuestros nuevos temas. Y una copita ayuda, también…
40p: ¿Cómo has visto la evolución de la “escena” punk/hardcore en la isla? ¿Hubo realmente una época de esplendor? ¿Ha habido nuevas adhesiones, nuevos modos? ¿Qué ha cambiado?
R.M.: Recuerdo especialmente dos épocas de Gomila: cuando funcionaban El Barco y posteriormente la Sala Jumping. Podías relacionarte con gente afín a ti -o aunque no lo fuera- y ver conciertos de todo tipo sin arruinarte por ello. Gomila hace tiempo que ya no es lo que era, lamentablemente, porque sigue habiendo locales en donde la peña puede organizar conciertos, pero no hay un circuito de bares agradable para el público que suele asistir a conciertos en vivo.
40p: Con cada banda nueva, ¿haces tábula rasa o integras tu bagaje al grupo donde militas en el momento?
R.M.: He tocado con gente muy diversa, pero realmente todo han sido bandas de punk rock. Yo tengo cierta influencias y una forma de hacer que se basa en que da igual que los temas sean más rápidos o más lentos, más melódicos o tralleros: lo importante es que lo que transmitas sea emocionante y expresivo. Claro que tengo unos, digamos, tics y unas constantes temáticas que inevitablemente aparecen.
40p: ¿Echas de menos algo del ambiente que se vivía en tus primeras formaciones?
R.M.: Antes salías de juerga con los colegas y si encima tocabas, de puta madre. Los músicos solíamos tener barra libre, pero ahora han descubierto que los músicos, por lo general, son buenos bebedores, y te dan tickets (pocos). La crisis, supongo. En serio, principalmente es lo que he mencionado antes, que no hay prácticamente lo que se dice bares de rock. ¡La “cultura de bar” es importante! Pero no te encuentras bares de rock o de buena música, así, en general. Antes nos quejábamos de lo poco que teníamos, pero es que ahora es un desierto.
40p: Siempre han llamado la atención la eficacia y particularidad de tus letras. A parte de referentes de la cultura pop/trash, ¿dónde fijas tu mirada para elaborarlas?
R.M.: No quiero resultar pedante, pero me interesa toda la cultura, el arte. Y pienso que la mal llamada “cultura basura” o “subcultura” forma parte del mismo mundo y es tan relevante, si no más, como la cultura “seria”. Los pintores de pop art., arte con mayúsculas, plagiaban descaradamente viñetas de tebeos, basura. La verdadera basura son los programas de Intereconomía o Tele 5, por ejemplo. En cuanto a alguna letra basada en la ciencia ficción o el terror, es porque me gusta y además es como seguir la tradición de un subgénero del rock, que tan bien utilizaron Misfits o Cramps y que ya venía de los rockers americanos de los años cincuenta fascinados por el revival del cine de terror (esta vez en clave de serie B y Z total), la guerra fría reflejada en esos alienígenas que nos quieren invadir o la energía atómica que convertía a animalillos inofensivos en monstruos gigantes. El punk, cómo no, también utilizó el género fantástico con mucha ironía y sarcasmo. Yo lo hago por el mismo motivo, y además la fantasía sirve como una buena metáfora de cosas muy reales.
40p: En tus canciones, en mitad de sentencias contundentes, existe un punto lírico, casi poético. ¿Es intencionado?
R.M.: La poesía puede estar en cualquier parte, no es ni mucho menos simplemente pajaritos y flores. Poesía eres tú. Un poema escrito lleva siempre un ritmo interior que le ha puesto su autor, y la letra de una canción, por su propia estructura, es eso. La poesía moderna ya no tiene porqué rimar -de hecho, la rima ya no se suele aceptar por ser considerada algo encorsetado y hortera-, pero en la canción lo ripioso sigue funcionando. Con respecto a la temática, puede ser de cualquier cosa que te emocione, ya sea algo profundo o concienciado o una completa parida, ¿por qué no? Dee Dee Ramone, Dios lo tenga en su gloria, dijo algo así como que un rock’n'roll es una estrofa y un estribillo, y que con eso puedes decirlo todo.
40p: Como cantante y letrista, ¿cómo se sintetiza y comunicas un mensaje en un formato de apenas 2 minutos como es la media de una canción punk rock/hardcore?
R.M.: Te he contestado un poco con la frase de Dee Dee. Antiguamente las compañías discográficas pedían a los músicos que sus canciones no excedieran demasiado de los dos minutos, a fin de que cupieran en singles y pudiesen ser radiadas. Luego aparecieron los grupos progresivos y sinfónicos que rompieron con esto y, de paso, llenaron el mercado de discos aburridísimos. Pero, por una extraña razón que se me escapa, parece ser que los dos minutos son la media natural que le corresponde a una canción (es decir, un tema cantado, no entro a valorar los instrumentales). Pero esto ha sido así desde que el rock y el pop existen, e incluso en los años treinta y cuarenta. y funciona. ¡Es algo misterioso, hasta metafísico! Canníbalessacamos un tema llamado “Dos minutos”, precisamente. Y a Dr. Doom y, actualmente, A.I. incluso nos sobran segundos.
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40p: ¿Qué ha supuesto tanto en lo personal como en lo profesional vuestro ingreso en el catálogo de Metadona Records?
R.M.: Para mí ha supuesto conocer a un tío serio (me refiero a la seriedad en su trabajo; luego es un cachondo) que verdaderamente ama su oficio, la música en vinilo, la actitud punk del DIY. Sabe cómo y dónde distribuir el material y, hoy en día gracias a internet, es una pasada que tus discos puedan llegar a oírse en América, Europa…, ¡hasta Japón! Todo a una escala “especializada”, obviamente, no estamos hablando de una multinacional, ni falta que hace. Pero no basta con que vayas a Ovas, le enseñes tus temas y te sientes a esperar. En primer lugar, él va a sacar lo que le guste personalmente y lo que vea que es viable porque tiene empaque y sus miembros tienen las cosas claras y ganas de currárselo. En nuestro caso, Metadona no ha sido una sola persona: nosotros nos encargamos de las grabaciones, conciertos y movidas para recaudar pasta (no nos lo regalan), el diseño y montaje de las fundas de los discos utilizando la serigrafía, algunas camisetas… es un trabajo en equipo en el que te tienes que implicar al 100% si quieres que funcione.
40p: En alguna crítica he leído que A.I. sonáis a grupos HC de San Francisco de mitad de los 80. ¿Iban por ahí los tiros?
R.M.: También han mencionado Los Ángeles; California, en fin. ¡A mí me gusta la música surf! Bueno, no creo que eso sea del todo así, pero en todo caso no es algo intencionado. Somos cinco tipos con gustos muy diversos y amplios. Nos gusta el buen rock y la música honesta y directa, y en cuanto al punk hemos mamado tanto del americano como del británico o el europeo (sí, también el español).
40p: En cambio, sí os dicen que sonáis a punk de la vieja escuela, ¿cómo definirías ese sonido?
R.M.: No me veo del todo capacitado para definir el sonido, es cosa de los músicos. Toti y Pere son dos guitarras que se compenetran bien desde hace años, y Gato y Fede aportan una contundente base rítmica. Por la parte que me toca, yo hago lo que puedo. Las ideas que siempre he aportado son fruto de escuchar, efectivamente, mucho punk rock vieja escuela y protopunk, hardcore de los ochenta en adelante, garage, rock’n'roll clásico y pop auténtico. Lo podemos llamar hardcore, pero nuestra línea no tira hacia el metal o el crust, por ejemplo. Realmente es rock, aunque un tanto extremo, eso sí.
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40p: ¿Qué te parece la situación actual en cuanto a locales de ensayo y salas de conciertos para los músicos -de cualquier estilo- en la isla? ¿Y el nivel de los mismos?
R.M.: Había escrito un buen párrafo sobre esto, pero no lo tengo muy claro. Es algo fluctuante, que sube y baja. Depende de muchos factores, no te lo sabría decir a ciencia cierta, pero va por ciclos. A las nuevas bandas les diría que es importante tener un poco de cultura musical para llegar a ser personales y no mirarse el ombligo y escuchar sólo a los dos o tres clásicos o a algún grupo de moda. Porque cuando se dice que el punk “todo el mundo puede hacerlo” no quiere decir que tengas que tocar mal, sino que no hace falta tirarse años en un conservatorio para poder tocar punk (o rock, vamos). Pero tienes que tener una base para, sobre ella, ser imaginativo e incluso romperla si quieres.Picasso sabía pintar de forma realista, pero decidió buscar su propio estilo, algo rompedor.
40p: ¿Qué les dirías a aquellos que claudican cuando ven truncadas sus carreras por el fin de la cultura de la subvención?
R.M.: Cada uno que se busque la vida como quiera o pueda, pero si se quieren morir de asco esperando a que los poderosos les den limosnas, que se jodan. Desgraciadamente, el puto dinero manda, pero eso no debería impedirte ser creativo.
40p: ¿Qué te parece 40Putes.com? ¿Comulgas con el formato webzine, el uso de redes sociales, o sigues apostando por el fanzine de papel y grapa y la distribución tradicional?
R.M.: Me parece muy bien que surjan movida culturales e informativas al margen de la mierda institucionalizada y estándar. Cualquier soporte puede ser bueno. Ya he mencionado internet, que es un invento cojonudo (y del demonio, también), una herramienta muy útil y llena de posibilidades. Pero el olor del papel y de la tinta, el tacto… El papel no va a desaparecer a corto plazo, a pesar de que hoy en día sea menos “cómodo” hacer un fanzine en papel que en formato digital. En cuanto a las redes sociales, yo no tengo Facebook ni ganas. Tengo varios blogs, y he hecho uno para A.I., pero todo lo demás no nos parece que sea tan necesario. Web, Myspace, Facebook, Twitter… Estar en tantos sitios diferentes que en realidad son lo mismo, es un poco pajero, ¿no?
40p: De cara al futuro, ¿tienes otro proyecto musical en mente?
R.M.: Después de nuestro primer EP, A.I. acabamos de sacar un single compartido con la banda mexicana Los Monjo. Como futuro inmediato, también vamos a entregar un tema para un recopilatorio que aparecerá en EEUU y dentro de poco vamos a entrar a grabar el material para un LP que será brutal. Aparte, el baterista Gato y yo hemos formado otra banda, Trance, con Rafita (que ya tiene su buena experiencia en el punk y el hardcore) y su hermana Tere. Es básico y puro punk rock old school, pero, a diferencia deA.I., no es hardcore, sino que tiene un importante componente melódico -aunque basado en la sencillez-. Atención porque dentro de nada aparecerá nuestro primer single en vinilo, grabado en una tarde y que es como un constante zumbido entre abejorro y motosierra, Hemos hecho una “canción punk del verano” y versioneado a los míticos Último Resorte, y en el futuro os daremos más de una sorpresa.
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